Sin pelos en la lengua pero muchos en el pecho.: La Argentina resiliente

Sin pelos en la lengua pero muchos en el pecho.: La Argentina resiliente

La Argentina resiliente

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La resiliencia es la capacidad de una persona o grupo para seguir proyectándose en el futuro a pesar de acontecimientos desestabilizadores, de condiciones de vida difíciles y de traumas a veces graves.

Con Esta definición podríamos decir que los argentinos tenemos una amplia capacidad resiliente en nuestros genes. Y sino.., ¿cómo se explica que cada cinco o seis años estemos sufriendo una crisis y al poco tiempo nos sentimos nuevamente el mejor país del mundo?

En una Argentina, en la cual, el índice de pobreza se dibuja para que cada vez existan menos pobres, en el que se dice que se pago la mitad de la deuda externa y sólo se pagó en efectivo un 10% que se debía al FMI y ahora debemos el doble a Venezuela, en un país en donde la inseguridad es sólo una sensación y los asesinatos han crecido en 6 años un 125% de acuerdo a estadísticas policiales, en un país en el cual parece ser más importante el futbol que la desnutrición infantil y el tren bala a la profundización del mantenimiento de hospitales nacionales. En donde el matrimonio presidencial se enriqueció a costas de compra (legales pero antiéticas) de terrenos fiscales gracias a favores de políticos corruptos. Recibe valijas de dinero negando incluso con imágenes la presencia del portador en la propia casa de gobierno, construye hoteles que promociona utilizando empresas del estado, expropia empresas privadas para favorecer a grupos económicos del sur del país, redacta leyes y compra legisladores para acumular el poco poder que les queda, o defenestra lo que queda de la cultura declarando embajador cultural al DT. de la Selección de futbol en la feria del libro de Frankfurt para seguir fortaleciendo la ausencia de sustancia en sus políticas de demagógica calidad.

La resiliencia se sitúa en una corriente de psicología positiva y dinámica de fomento de la salud mental y parece una realidad confirmada por el testimonio de muchísimas personas que, aún habiendo vivido una situación traumática, han conseguido encajarla y seguir desenvolviéndose y viviendo, incluso, en un nivel superior, como si el trauma vivido y asumido hubiera desarrollado en ellos recursos latentes e insospechados.

De no ser así los argentinos deberíamos estar hundidos en un mar de llanto sin pensar en una futura recuperación, ya que de seguir con estas políticas que sólo ratificó un 31% de la sociedad, el 69% restante que la rechazó de plano no podría seguir en pie de nos er por ese poder resiliente que nos caracteriza.

Aunque durante mucho tiempo las respuestas de resiliencia han sido consideradas como inusuales e incluso patológicas por los expertos, la literatura científica actual demuestra de forma contundente que la resiliencia es una respuesta común y su aparición no indica patología, sino un ajuste saludable a la adversidad… en función de esto podríamos afirmar que el ajuste lo hicimos el 28 de junio ante la adversidad que nos sigue dominando.

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