miércoles

Walter Gustavo Telesca

Nació en Capital Federal, Buenos Aires, Argentina, en 1966. Cursó estudios de grado en la carrera de Arquitectura en la UBA. Cursó la Tecnicatura en Periodismo y la articulación universitaria para la Licenciatura en Comunicación. Realizó estudios de Redacción de guiones y Producción gráfica y audiovisual; cursó un Postgrado en Comunicación Institucional y Medios; realizó un curso anual de Diseño gráfico y multimedial. Habla portugués y en la actualidad cursa el nivel II de francés.
Colaboró como redactor en decenas de revistas del orden local y nacional y con investigaciones de temas sociológicos para consultores y profesionales. (Summa+, D&D, El laberinto, Tequila al rojo, Heliogábalo, Teatros de Bs. As, etc.)
Incursionó en la radiofonía a partir del 2001 como productor general y locutor con los programas “Siete en una” en FM PATRICIOS y como conductor y coproductor en el “Jardín de los presentes” y el programa “Sin desperdicio” por AM RADIO ARGENTINA 1350
Realizó varios guiones que sirvieron a experiencias pilotos para series televisivas. En el 2007 se estrenó “Por un millón”, una obra de teatro de su autoría en el Teatro “El Vitral”.
Fue director de contenidos de la revista de interés general “Popurrí”.
Fundó en abril del año 2003 el diario cultural “Enterarte” que editó hasta julio de 2007 en la Ciudad de Buenos Aires.
En 2008 fundó y puso en marcha el portal de noticias El Heraldo Argentino, que se discontinuara 2 años después.
Lleva publicados 9 libros entre poesías, relatos, dramaturgia e historia.
Desde el 2008 dirige el sello editorial independiente WGT EDICIONES, con el que ha editado, corregido y diseñado más de 120 títulos a diciembre de 2017.
Entre 2012 y 2016 dirigió los contenidos del e‒magazine cultural HC, preseleccionado por el Ministerio de Cultura como una de las 10 mejores publicaciones de difusión cultural del año 2015.
Transformó el e-magazine HC en el portal de cultura "El ápice cultural" www.elapice.com que dirige en la actualidad.

viernes

La Real Academia Española tiene como objetivo incluir todos los vocablos en la lengua castellana para mantener pura la comunicación. Este es uno de los preceptos que se divulgan oficialmente. Y precisamente como fruto de esta actualización, año tras año se incorporan al diccionario nuevas palabras que los hablantes han introducido por el uso y costumbre en las diferentes regiones y que hasta la fecha no gozaban del privilegio de haber sido aceptadas de forma oficial. Podríamos decir que estas incorporaciones nunca llegan solas, suelen ir acompañadas de todo tipo de comentarios que las bendicen como especialmente acertadas, o las tachan de inoportunas o directamente desafortunadas.
En este año que culmina la RAE hizo inclusiones de diversas índole y aquí le proponemos un recorrido por las más destacadas, polémicas, o curiosas, según sea el criterio del lector.

Chavón/na: dicho de una persona que molesta mucho.

Palabro: como palabra rara o mal dicha.

Almóndiga: está aceptada como vulgarismo y como término en desuso; tal y como indica, hace referencia a la palabra albóndiga.

Asín: de nuevo el vulgarismo de así.

Culamen: siendo la versión más vulgar para referirse a culo o nalgas.

Descambiar: como bien indica el término: deshacer un cambio. 

Toballa: para nombrar a la toalla, y toballeta para designar a la servilleta. Ambas también están consideradas en desuso.

 Abracadabrante: que es muy sorprendente y desconcertante.

Güisqui: como adaptación del anglicismo whisky.

Vagamundo: por su composición (vagar + mundo), podría parecer que es una palabra más lógica que vagabundo, pero frente a su predecesora la RAE la ha considerado en este caso como vulgarismo.

Friqui o friki: del inglés freaky: extravagante, raro o excéntrico.

Cederrón. encontramos otra adaptación del habla inglesa, esta vez del término CD-ROM. Significa “disco compacto que utiliza rayos láser para almacenar y leer grandes cantidades de información en formato digital”.

Otubre: otra forma considerada vulgar, para nombrar al décimo mes del año.

Papahuevos: sinónimo de papanatas. 

Ño: proveniente de señor, se considera en algunos países latinoamericanos el tratamiento que se antepone al nombre de un hombre. 

Tuit: el mensaje digital que se envía a través de la red social Twitter y que no puede rebasar un número limitado de caracteres. Si nos paramos a pensar… 

Papichulo: un coloquialismo proveniente de Paraguay, México y Puerto Rico. Este palabro hace referencia a un hombre que, por su atractivo físico, es objeto de deseo.

Espanglish: como modalidad del habla de algunos grupos hispanos de los Estados Unidos en la que se mezclan elementos léxicos y gramaticales del español y del inglés. ¿Hubieras imaginado algún día que lo llegaríamos a incorporar al diccionario oficial de nuestra lengua?

Conflictuar: si hablamos de provocar un conflicto en algo o en alguien.

Euroescepticismo: se ha convertido en el término de moda tras el estallido de la crisis económica: hace referencia a la desconfianza hacia los proyectos políticos de la Unión Europea.

Amigovio: como la persona que mantiene con otra una relación de menor compromiso formal que un noviazgo.

Chatear: acción de charlar mediante un chat.

Y no solo la RAE agrega palabras todos los años sino que además insiste con "perfeccionar" la escritura realizando modificaciones en la escritura, así desde hace unos meses la diéresis en algunas palabras ya no es obligatorio escribirla, (por ejemplo pinguino, antiguedad, etc.) los guiones posteriores al prefijo ex tampoco unificándolo al sustantivo (por  ejemplo: expresidente, exnovia) ...

Termina otro año y el lenguaje se vuelve a modificar en diferentes regiones y la RAE no quiere quedarse en el tiempo. Me parece bien que se aggiorne con los términos, pero habría que evaluar la masividad de su utilización para incorporarlos o corregir la oralidad antes de incluirlos.

Los animales en la literatura

Muchos de los lectores que asiduamente consumen libros pasan por alto la participación de los animales que forman parte de las historias que leen, pero no como síntoma de descuido sino como identificación absoluta con aquel personaje que aunque no humano, encarna una figura en la historia.

Tanta fuerza tiene el pacto de ficcionalidad que los lectores establecen con la literatura, que una vez inmersos en el universo de la imaginación son capaces de complacerse o compadecerse del destino de los personajes, a pesar de ser conscientes de que estos están construidos a fuerza de enunciados falsos. El principio de identificación está tan arraigado que funciona incluso cuando los protagonistas de las ficciones son animales, con independencia de que sean antropomórficos o no.

 


Porque, por los motivos que sean, los animales protagonizan historias inventadas por seres humanos desde los orígenes de la literatura. Los primeros ejemplos los tenemos en tablillas mesopotámicas que nos hablan de pájaros presuntuosos o de zorros astutos. Sin embargo, se suele considerar que la primera fábula la escribe Hesíodo en Los trabajos y los días en el siglo VII a.C. Aunque es en la literatura infantil donde los animales, frecuentemente con rasgos humanos, nos han desvelado muchos de los secretos de la naturaleza humana y ello a pesar de que un reciente estudio indica que las historias con animales humanizados confunden a los niños, en la literatura para adultos también han desempeñado un papel importante. ¿Qué sería de uno de los libros más importantes de la literatura universal sin una gran ballena blanca? ¿o que pasaría si Platero no existiera?, ¿quien sería peludo, suave y tan blando por fuera?

 


Para recordar la importancia de los animales en la literatura algunos portales han publlicado una infografía donde se recoge algunos de los más famosos. Ordenados cronológicamente en distintas etapas. Allí encontraremos animales de obras como Oliver Twist, Moby Dick, Belleza negra, los cuentos de Beatrix Potter, La llamada de lo salvaje, El viento entre los sauces, Winnie the Pooh, Rebelión en la granja o La telaraña de Carlota.

Nosotros agregamos los animales de Alicia en el país de las maravillas de Lewis Caroll, o el mismísimo león parlante Aslam, rey del reino de Narnia.
Y para no dejar afuera de este listado a la literatura argentina podemos agregar algunos animales que han hecho de las suyas, letra a letra: Platero de Juan Ramón Jimenez, Manuelita la tortuga de María Elena Walsh o el más famoso e inteligente de todos los perros, el Mendieta de Roberto Fontanarrosa.
En fin, más allá, o no, de la razón inventada que poseen estos animales famosos, hay algo que los lectores no podrán hacer y es dejarlos en el olvido.

jueves

Dario Fo, una leyenda que seguirá viva.

Nota publicada en el N2 de 2015 de HC

(San Giano, 1926-2016)
Dramaturgo y actor italiano, Ignorado por las historias de la literatura o mencionado lateralmente,
las obras de este autor aparecen disimuladas por su actividad como uno de los más completos hombres de teatro de su país. De hecho, para muchos críticos, Fo es esencialmente un
comediante. Sin embargo, este excelente intérprete y director escénico supo fundir con enorme habilidad diversas tradiciones textuales: el humor de las vanguardias, la comicidad de la comedia dell´arte y la sátira política. Una de sus obras maestras, Misterio bufo (1969), un conjunto de monólogos
contra la sociedad y la Iglesia, contiene las claves de su magisterio teatral en toda Europa. Cada secuencia está tramada con un ritmo y una tensión dramática y cómica preestablecidas, a las que la improvisación se debe ajustar.



Cursó estudios en la Academia de Bellas Artes de Milán, y tras abandonarla comenzó a actuar con un grupo de teatro a partir de 1950. Especialista en teatro callejero y bufo, más cercano al juglar medieval que al teatro de cámara. Desde 1951 escribió obras satíricas para la radio y la televisión, algún tiempo antes de partir hacia Roma, donde trabajaría como guionista entre 1955 a 1958.

Creó, junto a su esposa, la actriz Franca Rame, su propio grupo de teatro, la Compagnia Dario Fo-Franca Rame (1959-1968). Sus sátiras breves para el programa de variedades de televisión Canzonissima solían ser censuradas, y por eso en 1963 volvieron al trabajo teatral, formando
Nuova Scena en 1968, una cooperativa teatral asociada al Partido Comunista. Debido a algunos
desacuerdos políticos con el partido los llevaron en 1970 a establecer un nuevo grupo,Il Collettivo
Teatrale La Comune, en Milán. Entre sus obras más destacadas aparecen: Gli arcangeli non giocano
a flipper (Los arcángeles no juegan a las máquinas de petaco, 1959), Morte accidentale di un anarchico (Muerte accidental de un anarquista, 1970) y ¡Aquí no paga nadie! (1974). 
Recibió el premio Nobel de Literatura en 1997. La Academia Real de Suecia indicó que el dramaturgo y actor, boicoteado por el gobierno italiano durante casi dos décadas, se hizo acreedor al galardón “porque siguiendo la tradición de los trovadores medievales criticó al poder y restauró la dignidad de los humillados”. Otra de sus obras más representadas, Muerte accidental de un anarquista (1971), estrenada en Milán por el colectivo La Comune, corroboró la percepción que Fo tiene de sí mismo: un juglar decididamente subversivo. 



Las consecuencias de sus posiciones políticas no fueron agradables: su mujer, Franca Rame,
fue secuestrada por grupos fascistas y el Vaticano lo calificó de bufón, opinión que mantuvo
incluso después del galardón sueco. Distanciado del Partido Comunista a partir de los años 1980,
estrenó Trompetas y frambuesas y Escarnio del miedo en 1981, inspirada en el secuestro de Aldo Moro. En 1997 recibió el Premio Nobel de literatura y cinco años más tarde apareció su  autobiografía, “El País De Los Muerciélagos” (2002). Su última novela es “Lucrecia Borgia, La Hija Del Papa” (2014). 




Fuentes: http://www.mcnbiografias.com/
www.wikypedia.com // www.biografias.
com // http://www.epdlp.com/

martes

ETTORE SCOLA, EL ÚLTIMO CABALLERO ANDANTE


A los italianos que sufrieron a los dictadores, a los europeos que tuvieron gobiernos populistas, a los amantes del cine, a los enamorados de la vida retratada en fotogramas se les ha muerto un caballero andante.  Falleció en Roma a los 84 años Ettore Scola, y con él se despidió un cine militante, un cine que hablaba con la calle y desde la calle.

De la generación de oro y de los creadores que catapultaron al cine italiano en la segunda mitad del siglo tan sólo quedan los hermanos Taviani, pero la huella de Scola es más profunda, humana y sobrecogedora.

A Scola le importaba demostrar la bonhomía de la gente común, esa que él tenía como guía en la vida y la que ya no le interesa reflejar a los directores actuales.

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Director y guionista italiano nacido el 10 de Mayo de 1931 en Trevico. Estudió Derecho en la Universidad de Jurisprudencia de Roma, aunque nunca practicó seriamente su profesión. Trabajó en la tradición de la comedia italiana de la post-guerra, con películas caracterizadas por temas psicológicos y políticos y fue miembro del Partido Comunista Italiano. Vivió en una casa con una familia muy numerosa, muy similar a la que pintó en su película LA FAMILIA (1987


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SUS FILMES MÁS REPRESENTATIVOS:

1. “Nos habíamos amado tanto” (1974)
Fue su primer éxito internacional. A través de un grupo de tres amigos que se conoció en 1944 luchando contra los nazis en la Segunda Guerra Mundial, cuenta las vicisitudes de la posguerra italiana con una crítica visión de la generación que luchó en ese conflicto.

2. “Feos, sucios y malos” (1976)
Le valió el premio a Mejor Director en el Festival de Cannes. Con humor negro, cuenta la historia de marginalidad, pobreza y promiscuidad de una familia que quiere eliminar al jefe del clan, el abusador Giacinto.




3. “Una jornada particular” (1977)
La película protagonizada por Sophia Loren y Marcelo Mastroianni y ambientada en 1938, ganó el Globo de Oro a la Mejor Película en lengua extranjera y fue nominada a dos Oscar: Mastroianni a Mejor Actor y el filme como Mejor Película Extranjera. El filme se desarrolla en un solo día, donde dos personas rompen abruptamemte su rutina.

4. “Viva Italia” (1977)
Le trajo una nueva nominación a los Oscar, además de una nueva forma de rodar un filme, con 20 breves episodios que retratan la otra cara de la Italia de la época del “boom” económico.




6. “Macarrones” (1985)
Nominada al Oscar a Mejor Película Extranjera, narra la vida de un hombre de negocios que vuelve a Italia después de 40 años. Protagonizada magistralmente por Jack Lemmon y Marcello Mastroianni.
7. “La familia” (1987)
Nominada al Oscar como Mejor Película de Habla no inglesa y nominada a la Palma de Oro en la Sección Oficial de Festival de Cannes, es una crónica de la vida de varias generaciones de una familia romana de la burguesía.

8. “Splendor” (1989)
La vida de Jordan, propietario de la sala de cine “Splendor” —situada  en el pueblo de Arpino, al sur de Roma—, ha estado siempre vinculada al cine. El negocio conoció momentos de gloria y esplendor, pero ahora la gente ha dejado de ir al lugar, por lo que la situación económica de Jordan se ha vuelto muy precaria. Fue nominada a la Palma de Oro como Mejor Película en el Festival de Cannes

¿Qué es el manuscrito Voynich?

Por Walter Gustavo Telesca

El Manuscrito Voynich es un libro ilustrado, de contenidos desconocidos, escrito hace unos 500 años por un autor anónimo en un alfabeto no identificado y un idioma incomprensible, el denominado voynichés.

El nombre del manuscrito se debe al especialista lituano en libros antiguos Wilfrid M. Voynich (1865-1930), quien lo adquirió en 1912. Actualmente está catalogado como el ítem MS 408 en la Biblioteca Beinecke de libros raros y manuscritos de la Universidad de Yale.

A lo largo de su existencia comprobada el manuscrito ha sido objeto de intensos estudios por numerosos criptógrafos profesionales y aficionados, incluyendo destacados especialistas estadounidenses y británicos en descifrados de la Segunda Guerra Mundial. Hasta febrero de 2014 ninguno había conseguido descifrar una sola palabra. Esta sucesión de fracasos ha convertido al manuscrito en el Santo Grial de la criptografía histórica, pero a la vez ha alimentado la hipótesis de que el libro no es más que un elaborado engaño, una secuencia de símbolos al azar sin sentido alguno.

Sin embargo, el que cumpla la ley de Zipf (que establece que en todas las lenguas humanas la palabra más frecuente en una gran cantidad de texto aparece el doble de veces que la segunda más frecuente, el triple que la tercera más frecuente, el cuádruple que la cuarta, etcétera) hace pensar que se trata no solo de un texto redactado en un lenguaje concreto, sino también que ese lenguaje se basa en alguna lengua natural, ya que los lenguajes artificiales, como los élficos de Tolkien o el klingon de Star Trek, no cumplen esta regla. Es prácticamente imposible que el autor del Manuscrito Voynich conociera dicha ley, enunciada varios siglos después, y que por tanto la aplicase a una lengua inventada por él.

En 2009, investigaciones de la Universidad de Arizona (en Estados Unidos) demostraron, mediante la prueba del carbono 14, y con una fiabilidad del 95 %, que el pergamino del manuscrito podía datarse entre 1404 y 1438.1 2 Por otra parte, el McCrone Research Institute de Chicago demostró que la tinta fue aplicada no mucho después, confirmando así que el manuscrito es un auténtico documento medieval.1


Sobre el lugar en que pudo haberse escrito, existen pocas pistas. En una de sus ilustraciones aparece una ciudad amurallada, y son sus almenas dibujadas las que aportan una orientación. Su forma es la de las almenas llamadas de cola de golondrina, un estilo estético que, más tarde, en el Renacimiento, se popularizó por toda Europa, pero que en el momento en que se supone que se elaboró el manuscrito, según los últimos estudios de la Universidad de Arizona, solo se podía encontrar en el norte de Italia, quizá en la amplia región entre Milán y Venecia.

Según estudios publicados en 2014, por el botánico Arthur Tucker de la Universidad Estatal de Delaware, el origen del manuscrito podría ser mesoamericano. Esta hipótesis se basa en la similitud de algunas plantas ilustradas en el manuscrito con sus contrapartes americanas y en el hecho de que el estilo con el que están realizadas dichas ilustraciones concuerda con el estilo usado en ilustraciones botánicas del siglo XVI en México.

En febrero de 2014, Stephen Bax, profesor de la Universidad de Bedfordshire (Reino Unido), anunció haber descifrado el manuscrito en forma parcial.

viernes

Letra de Djavan.

Um dia frioum bom lugar pra ler um livroe o pensamento lá em você,eu sem você não vivoum dia tristetoda fragilidade incidee o pensamento lá em você,e tudo me divideLonge da felicidadee todas as suas luzeste desejo como ao armais que tudo,és manhã na natureza das floresMesmo por toda riquezados sheiks árabesnão te esquecerei um dia,nem um diaespero com a força do pensamentorecriar a luz que me trará você.E tudo nascerá mais belo,o verde faz do azul com o amareloo elo com todas as corespra enfeitar amores gris.

Catalina Sforza, la primera terrorista que uso armas químicas

Por Walter Gustavo Telesca

Catalina Sforza (Caterina, en italiano) (Milán, 1463 – Florencia, 28 de mayo de 1509), hija ilegítima de Galeazzo María Sforza (duque de Milán) y de Lucrecia Landriani, fue condesa de Imola y Forlì. Contrajo primeras nupcias con Girolamo Riario de Forli en 1473. Fue una de las mujeres más famosas de su tiempo.
Conocida popularmente como la Vampiresa de la Romaña, Diablesa encarnada o Virago cruelísima («virago» es utilizado por los italianos para definir a una mujer que lucha como un hombre)

 la Sforza padeció un nuevo quebranto con la muerte de su amado Giovanni di Medici en 1498. Una vez más quedaba sola y a merced del peligro encarnado en la familia Borgia, cuyo máximo representante, el papa Alejandro VI, había declarado la ilegitimidad de los señores que gobernaban la Romaña.

Obra: “Las tres gracias de la primavera” de Boticelli”. El personaje de la derecha según historiadores está basado en Caterina SFORZA.

Consciente de que la guerra sería el único camino a seguir, Catalina se preparó para defender sus dominios frente a las tropas pontificias, dirigidas por un auténtico genio militar, el hijo del papa Alejandro VI, César Borgia, y decidió utilizar —dados sus conocimientos alquímicos— la treta del envenenamiento contra el Santo Padre. Pero este atentado se desbarató en el último instante, por lo que la Sforza se convirtió en público y malvado enemigo del Vaticano, llevando desde entonces el sobrenombre allí de «La diablesa de Imola». El 17 de diciembre de 1499 los ejércitos pontificios sitiaban Forlí, tras haber tomado Imola sin oposición.

Como fue la treta que utilizó

Las pestes invadían la ciudad y Catalina con sabiduría de alquimia pensó en enviar por mensajero una caja de obsequio al Papa Alejandro VI borgia.. con un pañuelo resfregado por la piel de un enefermo de colera. Este pañuelo embebido de virus fue colocado en una caja hermetica y enviada por un mensajero al Vaticano con entrega en persona a su santidad.
La idea de Ctalina era desahcerse del Papa que la tenía amal traer con las conspiraciones para sacarle sus tierras y dominios terrenales.

Era una etapa de la Iglesia en donde las conspiraciones para matar al Papa o destronarlo eran moneda corriente. Y en una de estas tramas la entrega de la caja fue interceptada y cayó en manos de un de los enemigos de Borgia que pensaba que la caja contenía otro tipo de regalos de parte de Catalina.

El resultado fue que al abrir la caja el Cardenal y tocar el pañuelo infectado con el virus de la peste enfermó PARA MORIR AL POCO TIEMPO. Este hecho alertó al Papa quien descartó desde ese momento todo tipo de recepción de paquetes que llegaran de parte de Catalina.

miércoles

Entrevista a Daniel Fermani- Un iluminado del arte

Por Walter Gustavo Telesca


Casi en persona pero no tanto, la entrevista con Daniel Fermani fue vía facebook. Él en Mendoza y yo en Buenos Aires, y digo casi en persona porque las distancias se acortan cuando uno, como en mi caso, conoce al entrevistado en persona. Al verlo uno se encuentra con un ser humano afable, cordial y muy natural para hablar y es esa misma naturalidad la que achica el espacio temporal que nos separa. 
La idea de esta nota es contarles la trayectoria y las obras de este licenciado en Letras, dramaturgo, poeta, novelista y actor mendocino que merece mucho más que la tapa de una revista.




¿Cómo llegaste al teatro?

Cuando era niño me llevaron a ver una versión teatralizada de El Principito. Fue una revelación, quedé tan impresionado del arte teatral que nunca más pude dejar de ir al teatro, y de mirar el mismo edificio del teatro como un templo sagrado. Más tarde, en la escuela secundaria, me escapaba de las clases para ir  a ver los ensayos de los alumnos de los cursos superiores, que tenían la autorización de formar parte del elenco teatral del colegio. Después de un tiempo de estas escapadas, la profesora de teatro, viéndome siempre escondido entre las sillas, me hizo subir al escenario y me dio dos líneas al final de una obra. Fue el principio del fin de mi vida antes del teatro. Empecé a ser un ser humano, o sea, empecé a construir mi alma.

¿En tu familia había arte, se palpaba un ámbito artístico o fuiste un pionero? ¿Cómo lo tomaron, te apoyaron?

Mi familia no era especialmente artística, si bien en mi casa había constantes reuniones de amigos de mis padres, que trabajaban en la Teología de la Liberación, y se tocaban instrumentos musicales y se cantaba. Todos componían canciones, en especial folklore. Las discusiones y debates eran constantes. De todos modos, fue mi generación la que empezó con el arte propiamente dicho, si bien mis padres eran también grandísimos lectores. Digo mi generación porque tengo primos músicos, bailarines, teatristas. Mis padres me miraban un poco extrañados, era un niño raro, introvertido y seguramente fuera de lo común, y eso no quiere decir necesariamente un genio o mejor que los demás, por lo contrario, creo que era bastante autista. Pero poco a poco comprendieron que seguía mi propio camino, y lo respetaron siempre.

¿Qué te inspira para escribir?

En especial me inspira la naturaleza, sobre todo para la poesía. Pero me fascinan, para las novelas por ejemplo, las historias familiares, lo que los viejos escritores españoles llamaban la “intrahistoria”, o sea lo que sucedía entre líneas, los entretelones familiares, los dramas ocultos y los secretos que no debían salir de las casas. Para el teatro en cambio prefiero los temas mitológicos llevados a la universalidad, los clásicos,  la mirada filosófica sobre la existencia humana. Incluso he incursionado en la historia argentina y latinoamericana, siempre con una profundización reflexiva.



¿Necesitás un ámbito, un lugar  o un momento especial, o la inspiración llega por si sola en cualquier momento?

La inspiración llega cuando se impone una disciplina, una rutina de la escritura, y se domina una técnica. Si no se sigue este proceso muy severo, lo que llega no es inspiración sino flatulencia. Dominar la técnica, hacerse una disciplina, acumular un bagaje cultural importante y esencial lleva una vida, por no decir muchos años de trabajo. Pero por supuesto necesito estar en silencio, solo, tranquilo, en un lugar adecuado. Eso no significa lujos ni comodidades extraordinarias, basta encontrarse en un lugar que sea agradable, acogedor. Por supuesto los apuntes y muchas ideas las escribo en cuadernos que siempre llevo conmigo, esté en el sitio en que esté. Como por trabajo viajo mucho en ómnibus, a menudo me encuentro escribiendo en ese lugar, o en una sala de espera, o en la cama. Algún día me acostumbraré a usar más la tecnología y a usar una tablet… Quizá…

¿Cómo te sentís más cómodo como director o como escritor?

Sin duda como escritor, porque la tarea del escritor es la construcción de la soledad. Y en la soledad florecen los mundos de la fantasía. La escritura permite la creación casi infinita –casi, porque a un cierto punto las palabras también son un límite. Claro, como director cuento con seres humanos que concretizan, en un cierto modo, ideas que surgen, que se conforman también a partir de esos mismos seres humanos, que son los actores. Ser escritor y ser director de teatro son dos regalos inconmensurables que me ha hecho la vida.
De todos modos comodidad seguramente no es la palabra que conocemos los artistas. Nunca estamos cómodos, cuando escribimos o dirigimos no, y mucho menos cuando no escribimos o dirigimos.

Tenés estudios de filosofía y letras y se nota que los aplicás en tus textos, ¿qué buscás a la hora de escribir una obra de teatro o novela?

Quisiera decir que busco la verdad, si no supiera que la verdad no existe. Tal vez busco la belleza, sin duda busco la belleza, que ya es un avance muy grande hacia la verdad, hacia alguna verdad, o tal vez la belleza en sí misma es una verdad. Busco estar sereno, arrancar de mi mente tantas y tantas historias, imágenes, personajes, voces que me persiguen y no me dan paz. Es como vivir mil vidas a la vez, vivir en muchas dimensiones. Si no escribiera, si no escribiera constantemente y si no inventara obras de teatro, me estallaría no sólo la cabeza, sino el alma.



Dirigís un taller de teatro experimental ¿se puede decir que se enmarca dentro del concepto de performance?

No, para nada. El concepto de  performance es algo bastante relacionado con la posmodernidad, si bien como práctica tiene su origen tal vez junto a todas las artes que implican al cuerpo humano como instrumento del arte mismo. La experimentación teatral en cambio es una búsqueda a través de lo orgánico de otras formas de expresión que sirvan al teatro; la experimentación en sí no es un espectáculo, sino un estudio, una investigación. El teatro experimental comenzó en el siglo XX con las ideas del francés Antonin Artaud y se concretizó en las experimentaciones del ruso Meyerhold y el polaco Grottowsky. La experimentación teatral es una forma de buscar los caminos para el teatro del siglo XXI, un rechazo del naturalismo y del realismo en especial del siglo XIX, que siguen imperando en los escenarios argentinos y del mundo.
¿Cómo ves la actualidad del teatro experimental?

El teatro experimental no es una escuela en sentido único, sino una filosofía del teatro. Una búsqueda que puede seguir diferentísimos caminos y llegar a resultados –si bien siempre parciales- muy divergentes uno de otro. Sin embargo, el peso venenoso de la televisión, el cine comercial  y el mal teatro, le hace la vida muy difícil a la experimentación teatral,  que a menudo es vista como una práctica abstrusa, incomprensible para cualquier espectador, o dirigida a una elite intelectual. En efecto, el teatro experimental es elitista en el sentido de que requiere del espectador una predisposición a pensar, a dejarse arrasar los lugares comunes y los prejuicios para acceder a nuevas categorías de la estética, a nuevas dimensiones de la interpretación. Todo lo contrario que de lo que vende cotidianamente el sistema consumista, destinado a drogar las mentes y a entorpecer cualquier intento de reflexión. El teatro experimental lleva a la revolución, que es lo que más teme el sistema materialista y consumista.

Entre tantas cosas que escribiste tenés una trilogía literaria editada por diferentes sellos editoriales. “Raro perro verde”, “El conejo encerrado en la luna” y “La última noche en que tampoco habló” ¿cuál es la idea central de la obra y porqué una trilogía?

Ahora debería decir tetralogía, porque está por salir en España la cuarta novela: “Tratado del amor urgente”. Pero ciertamente es una obra muy diferente de las tres anteriores. Las tres novelas publicadas en Argentina (si bien “La última noche…” también fue publicada en España) juegan con el concepto de tiempo de distintas maneras y desde distintos experimentos literarios. En “Raro Perro Verde” (wgt ediciones 2014) la experimentación está en la escritura misma: es una novela sin ninguna referencia temporal, sin adverbios de tiempo ni sustantivos que hagan alusión a la noche, el día, el almuerzo, la cena, etc. De ese modo pretendí eliminar el tiempo para dar a la historia la sensación de un magma que fluye constantemente y sin posibilidad de cambiar, que es la extraña vida del protagonista, el “perro verde”. En “La última noche…” el tiempo se dividen en estratos que se entremezclan como cartas de una baraja, formando figuras que después se revelan totalmente otra cosa de la que parecían, como un cuadro barroco. La interpretación de la historia queda tan abierta y múltiple cuanto lo quiera el lector, si bien el tema de la novela es muy claro y contundente. En “El conejo encerrado en la luna” también se juega con el tiempo en el sentido de que éste es una sensación personal, al punto tal que las historias que se desarrollan en esa sensación que llamamos tiempo, varían según cada una de las personas que las protagonizan. De este modo, toda la larga y compleja crónica de dos familias de inmigrantes italianos, se transfigura y se reinterpreta en la mente del último descendiente de una de estas familias. 
La última novela, en cambio, el “Tratado…”, que espero publicar también en Argentina,  es un trabajo absolutamente diferente, ya que se trata de un hombre que emprende la escritura de una suerte de tratado de cosas humanas, pero lo interrumpe constantemente para escribir cartas de amor, un amor imposible, naturalmente, como todos los amores. 

Tenés varias decenas de obras teatrales escritas, y sin temor a equivocarme en muchas de ellas tenés como una búsqueda de la existencialidad del ser. ¿Es así?

Quizás no es el tema de las obras, pero en el fondo lo es. Y no podría decir que las novelas y las poesías escapen a esta idea. El Existencialismo me ha fascinado y ocupado desde que lo conocí y descubrí que yo era existencialista antes de saber que existía una filosofía que teorizaba esta visión del mundo y la vida. La búsqueda, sin embargo, sería una contradicción con esta filosofía que encuentra en el ser humano mismo los límites de toda ambición filosófica y vital. Sin embargo, las preguntas esenciales y la angustia de la muerte siguen presentes en todas estas obras, porque no podemos dejar de cuestionarnos, como no podemos dejar de poner en discusión lo absurdo de la existencia, inevitablemente destinada a la desaparición. 
Si bien he escrito obras de tema histórico latinoamericano y argentino, como dije, o relecturas de Shakespeare, o reelaboraciones de mitos griegos, en todas ellas está en el centro un ser humano que se pregunta, y se angustia, y busca respuestas y se responde a sí mismo con la única arma que tiene el ser humano: la palabra.

Hay una frase de Beckett que dice que: “en ocasiones cada palabra es una mancha en el silencio”, ¿vos coincidís con eso o crees que el silencio modifica al texto dándole otro matiz?

Siempre amé y admiré a Beckett. Ha sido uno de mis amigos incorpóreos desde la adolescencia, aunque en la edad adulta dirigí mi amor absoluto hacia Shakespeare. Como soy infiel por naturaleza, también traiciono a Shakespeare con otros amoríos, pero digamos que él es mi pareja estable. Tal vez por eso me debato siempre con esa frase de Beckett, porque la palabra es un equívoco, sin duda, pero es el único equívoco que puede usar el ser humano, que le es propio, que lo crea, lo identifica, lo caracteriza, y también lo limita y lo demuele. No puedo dar una respuesta más precisa. Sí,  la palabra mancha el silencio, pero la palabra es humana, y el silencio no. 

¿Qué clásicos de la dramaturgia te gustaría dirigir y por qué te sentirías identificados con ellos?
Sin duda sería dramáticamente y terriblemente feliz dirigiendo una obra de Shakespeare. Para mí es el mayor escritor de todos los tiempos, no sólo en el teatro. Pero hablando de infidelidad, amaría tanto dirigir una obra de Chejov, una de Ibsen o de Strindberg. Y hablando de Argentina, lo más grande que hubo y habrá es sin duda Eduardo Pavlovsky. Todos estos escritores, pero también muchos más, Beckett, justamente, desnudan la intimidad del ser humano, ponen en discusión las convenciones, denuncian la inhumanidad del sistema social y económico en que vive la humanidad, y finalmente, dan a la esperanza su verdadera y única magnitud: la intrascendencia.

Una pregunta final que le hago a todos los entrevistados es ¿qué dirá tu epitafio?

Gracias por la pregunta, que me da la oportunidad de decir (repetir) que cuando muera no quisiera ser cremado ni quisiera que mis cenizas fueran arrojadas en ningún lugar. Quisiera sí ser puesto en la tierra, y tener un epitafio. Tal vez una frase muy simple, algo como “Aquí yace un hombre que trató de ser feliz, y sólo consiguió ser humano”.

La entrevista terminó rápido, pero el deseo de seguir disfrutando de su arte no y desde Bs. As. y un poco reforzando la frase que eligió para su epitafio, no es que sólo consiguió ser humano sino que un ser humano como él consigue hacer feliz con su arte a miles de personas.

SUS LIBROS

  


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