—¿Dónde dejaste
las pastillas del abuelo? —preguntó
Miranda .
—No sé…, ni me importa donde quedaron.—respondí enojado.
—¿Pero todo te importa un
Carajo a vos? Por tu culpa y resentimiento vas a dejar a los miembros de esta familia
Divididos en dos bandos.
—¡
Las pelotas! A mi no me eches la culpa de lo que se arrastra en esta casa desde siempre.
—¿Qué querés decir con eso?
—Mirá,
no te va a gustar lo que te voy a decir, pero estoy cansado de ser siempre yo el sostén psicológico de todos. Acá viven en una nube, están anestesiados…
aterciopelados, como si lo único que importara fuese lo que sienten ustedes mientras se olvidan del resto.
—Me parece que estás siendo injusto. ¿Qué
virus te agarró querido? ¿Te contagiaste de la
rata blanca que tenés en
la covacha donde dormís? Vos en
2minutos querés solucionar tu vida mandando todo a la mierda y después venís llorando preguntándome ¿
me darás mil hijos, mi amor? de esa manera lo que lográs es que me canse yo, y
mi otro yo también.
—¡Ahh cuidado que la señora se enoja! Pero, te la pasas reprochando lo que haces, te crees la madre teresa y sos
Juan La Loca , te estás pareciendo a tu amiga
la renga, que en lugar de neuronas tiene a
la mosca tse tse en el cerebro.
—No sé si seré la madre Teresa, pero te rescaté de ese grupo de
jóvenes pordioseros, con los que te juntabas. Acordate que eras un muerto de hambre…, pero si
los piojos de tu cabeza saludaban, querido.
—No hables así de mis amigos, son unos caballeros.
—Si…,
los caballeros de la quema… pero ¿qué decís? si tenían hasta
los calzones rotos…esos
tipitos caídos del
árbol.
—Bueno… habló la dama de honor…, la que en lugar de gripe se toma
la tos de una señora alemana, pero haceme el favor…, vos y las
viejas locas de tus amigas… porque no se van todas a festejar con
los rancheros de sus maridos, a ver si son más felices que acá.
—Bueno mirá cortémosla acá porque cada vez que discuto quedó como un
patito feo y no me hablan ni
los gatos, ni
los perros después.
—Está bien, se me fue la mano, disculpame gordi. Me va a dar un
ataque,
77 veces seguidas si sigo pensando. Mejor busquemos los remedios del viejo antes que quedemos todos
intoxicados, así puedo ir a ver el
turf tranquilo.
—Está bien negri, decí que tengo el
alma fuerte, porqué sino la próxima vez te voy a cortar un pedazo de lengua y te lo voy a mandar por correo como pasó con
la oreja de Vang Gogh si seguís poniéndote tan denso.
—Te prometo que no lo hago más, es que a veces son esos
ratones paranoicos que tengo en la cabeza que me hacen pensar como
los villanos de las películas, ¿viste? … Tomá endulcémonos la vida con un
Karamelo santo…—Dale, pero después, porqué ahora estoy comiendo
almendra.
Para todos aquellos que lo desconocen lo resaltado son nombres de grupos musicales.